La Corte Interamericana de Derechos Humanos establece un precedente histórico para la protección de los derechos humanos en las Américas. Reconoce el derecho a un ambiente saludable como fundamental para la existencia humana, así como el impacto del cambio climático en los derechos humanos.
Esta decisión refuerza las obligaciones de los Estados de proteger el medio ambiente natural y a quienes dependen de él.
La Corte Interamericana reconoció en respuesta a una consulta hecha por Colombia, ‘‘la relación innegable entre la protección del medio ambiente y la realización de otros derechos humanos’’, en su Opinión Consultiva OC-23/17 sobre ‘‘Medio Ambiente y Derechos Humanos’’, notificada el 7 de febrero de 2018.